Conseguir un trabajo no es fácil.
Vamos a intentar que lo sea.



La noche anterior a mi primera entrevista, no pude ni dormir.

Y eso que no tenía la necesidad de alimentar una familia o pagar el alquiler. Vivía con mis padres.

Pero estaba muy nervioso.

Tenía miedo al rechazo, a no saber contestar bien las preguntas, a no causar buena impresión…

Parecía que, si no me elegían, jamás encontraría trabajo.

¿Lo mejor?

No me eligieron.

Así que tuve que seguir enviando más currículums hasta conseguir mi primer puesto.

Pero gracias a eso aprendí algo.

A venderme bien.

Busqué a los que más saben de ventas: Los copywriters.

Aprendí técnicas sobre cómo usar las palabras para que mi currículum destacara.

A explicar mejor mi experiencia (e inexperiencia).

A enviar emails en frío que me conseguían entrevistas.

A dar mejores respuestas a las preguntas que me hacían…

Así pasé de que nadie me llamara, a conseguir que me contrataran.

Superé entrevistas desde comercial a puerta fría para Jazztell, hasta programador en Cabify ganando un buen dinero al año.

Sin embargo, a día de hoy tomo yo la decisión de quién entra en mi empresa.

Uso todo eso que aprendí (y sigo aprendiendo) para elegir a los mejores (y a veces no tiene nada que ver con la experiencia).

¿Quieres saber más sobre estas técnicas?

Las podrás aplicar tanto para buscar tu primer trabajo, como para cambiar a otro mejor.

Para ello, solo tienes que dejar más abajo tu email.

Para comenzar, recibirás un audio de 2 minutos y 17 segundos en el que explico uno de los grandes errores que la mayoría comete al buscar trabajo.

Es algo que me contó un reclutador de una gran empresa que factura millones cada año.

Es tan importante, que directamente no llama a quien lo tiene puesto. Da igual la experiencia que tenga.

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